domingo, 26 de enero de 2014
VENENOS
- Podrías ordenar, un poco, esto- dijo, Belén, a voces, al comprobar que, una vez más, Lucía no había fregado, cuando le tocaba. Las perolas y platos de la noche anterior, todavía, sucios, eran testigos del incumplimiento-
Algo se soltó, entonces, en la mente de Lucía. Como la espoleta de una granada, que trató de contener, durante los 9 meses que estuvo de baja.
De repente, ya no vio a su hermana mayor, sinó a la hija de puta que la engatusó, haciéndole bajar la guardia, para llevarse, al niño, al baño, y degollarlo. Por eso, le descerrajó un tiro, en plena cara, antes de pegarse otro, en la sien.
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