domingo, 5 de enero de 2014

SUTRA DEL CAMINANTE

Hubo, una vez, un caminante, llamado Shum Tu Ho, que empezó a andar, un día, porque estaba muy triste y se sentía solo. Así que, echándose su fardo,con unas pocas cosas, casi, nada, a su espalda, se lanzó a la vereda. Unos del pueblo, al verlo, le señalaron, e hicieron señas, como si estuviera loco, porque creían que era una meméz dejar un negocio próspero, como la herrería, sólo, porque estaba apenado. No lo entendían, no captaban que, desde que murió el cerezo, estar allí era nada, para él. Aquel vetusto árbol simbolizaba, la espera, el absurdo aguardar. por una muerta. Por eso, se marchaba, tras secarse el último brote. Miró al mar, porque, a ella, le gustaba. Pero, no vio ese mar azulado, sino, su océano oscuro, tragándose la paz que le quedaba. Para apaciguarse, lanzó una hermosa flor blanca, a la maréa. Pero, no obtuvo calma. La noche le encontró, cansado y seco, ahíto de camino. Así, que lo arropó, para que durmiera, sin gélidas penas, hasta la mañana.

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