viernes, 28 de febrero de 2014

CUANDO NACE UNA ROSA

La rosa nace, del rosal, prendida. Será él, quien le dará sustento y vida, para que crezca, lozana y majestuosa. Agua y sol necesita. Pocas cosas. Una buena raíz y algún consejo. Si se ve reflejada en el espejo del azulado estanque, en el que vive, se sabrá acompañada de otras rosas, que le darán calor, covijo y besos.

martes, 25 de febrero de 2014

SOY TODOS

Soy todos, soy ninguno, soy las ondas de un lago, que se expanden, así, serenamente. También, soy una noche de invierno, de manos recogidas y corazón arrebujado, ante el fuego naranja, que acoge a toda piel. Soy puro ser, sintiendo cada instante. Penando, si la aflicción del mundo es angustiosa. O, si hay fiesta, riéndo, al lado de quien ríe. Soy la verdad, y, la verdad es mía, si me esfuerzo por vivirla ecuánimemente. Y, por compartirla, como se comparte el pan.

domingo, 23 de febrero de 2014

PUERTAS ABIERTAS

Doña Pura de Antúnez, una mujer tan sabia por vieja, como por diabla, me dijo estas dos cosas, cuando le pregunté, como hubiera hecho cualquier reportero, que hubiese tenido esa oportunidad, si creía que la condena que cumplía, en San Roque, uno de los siete penales de alta seguridad, de Murga, Agapito Antúnez, su mayor, era justa. - Que se te pudra el alma, plumilla, hijo de puta, que te llenas la boca, repitiendo que mi niño vende muerte, cuando es sólo droga. El que quiere, la compra. El que no..., a por pescado. Y, despídete de los tuyos, esta noche. Porque, a las doce, tocarán a la puerta, y no será el lechero- Ahora, mi cuerpo yace, en la cuneta de la 27, sin más pasión, ni miedo. Dos tiros en la nuca y una voz apagada. Esa es la dote que deja el narcotráfico, a esta ciudad de mierda

viernes, 21 de febrero de 2014

ALLÍ ESTABAN LOS MUERTOS

Patty miró por la ventana, antes de atreverse a salir. Tenía que comprar medicamentos, para aliviar el asma de su abuela. Pero, a pesar de que, a aquella hora, Calima estaba tranquila, a ella, todavía la paralizaba lo ocurrido en la calle 13. Allí, en su cabeza, permanecía el olor del asfalto, el nerviosismo de la gente, arremolinándose, para marchar contra el dictador, contra el no ser, contra el no poder decir: - Esta boca es mía- Y, avanzando, por la calle del AGUA, llegaron a la PLAZA 8 DE MAYO. Ella temblaba de miedo. Pero, Roberto le estrechó la mano. Eso la calmó. Al llegar a la 13, la gente vio a los milicos, armados, hasta el alma. Los manifestantes cantaron una tonada, con aires de libertad. De entre la muchedumbre, alguien alzó un puño desarmado. Y, así, las metralletas respondieron a las manos alzadas, haciéndoles caer, como hojas, en otoño.

jueves, 20 de febrero de 2014

SOBRE LAS AGUAS

Sobre las aguas bravas,anduvieron, cual Cristos, de sal negra y de conchas marinas. Sobre el mar, que la noche encapuchaba, vistiéndolo de verdugo, al acecho de los ajusticiables. Anduvieron, con manos y con dientes. Algunos, desauciados de ser, caminaron, hasta, sin pies, siquiera, por los panes flotantes, más allá, al norte del infierno, porque, en la tierra del hambre, ya no hay trigo, y, las vacas son esqueletos muertos. Pero, ay de los Cristos de azabache, pues, los mastines, que, celosos, custodian la frontera, escupieron alacranes, contra sus pies, que los envenenaron, antes de que pudieran llegar a la otra orilla.

miércoles, 19 de febrero de 2014

SIMPLEMENTE, MIRAR

Mira, dentro de ti. Quizás, veas la nube que te envuelve, donde Mara desea que te pierdas. Son tus preocupaciones. Las trampas que te tiendes y que, antes, no captabas. Pero, ahora, están ahí, como heladas piedras de granizo, hundiendo el corazón, como quien, a cañonazos, hunde un viejo galeón. Sácalas, una a una. Sin prisa. Échalas fuera, serena, pero, firmemente. Dándote cuenta de que no hay nada mejor que hacer, que ser felíz.

martes, 18 de febrero de 2014

LAS DIANAS

El domingo, a las nueve de la mañana, Osvaldo, con sus guantes rotos, tocó a la puerta de la comisaría, nerviosa y repetitivamente. El teniente Agustín Flores, alertado por la cara desencajada del mendigo, que no era usual, en él, se adelantó, para abrirle la puerta. Tras un café caliente, el sintecho soltó la lengua, aterrorizada y tartajosamente: - E..., en, en el contenedor de Miralles, esquina con Pedro Yuste. Brazos, piernas, dos dados...- Entonces, vomitó, en la papelera- Mientras tanto, una mano oscura clavaba dardos, en las fotos de las chicas muertas.

domingo, 16 de febrero de 2014

LA DAGA

Aquella daga, que Puambe llevaba, al cinto, significaba que ya había cumplido 14. Orgulloso, empuñó el afilado cuchillo, cuyo mango, de cuerno de gacela, suave, al tacto, le acarició la palma, confiriéndole una seguridad, casi mágica. Para cerciorarse de que era verdad, de que no estaba soñando, el chico se miró el sexo, comprobando, satisfecho, que ya no había prepucio. Los chamanes zambu no debían tener cubierto su glande, para no contaminar su semilla. No, no era un guerrero, sinó, un chamán, como lo era su padre, su abuelo y, su bisabuelo, antes que todos ellos. las escamas de mamba, escarificadas, al rededor de sus ojos, gracias a las cuales, podía ver el Kril, el mundo de los dioses y, los espíritus, atestiguaban eso. Miró a la luna, que, a partir de entonces, sería su madre. Y, en un latido, supo que un ñu corría, dentro de él, que era su animal, su protector.

sábado, 15 de febrero de 2014

AÑOS DE MÁS

Cuando las monjas lavaron su cuerpo muerto, queatesoraba 120 años de penas y alegrías, Don Damián Fuente Seca pareció recubrirse de una santidad, que nunca había buscado. Nació, por aje, el mismo año en que España, escribiendo de perlas, se fue al carajo, por un maldito barco yanky, que hundió algún malnacido, de Dallas, para arriba. No, 1898 no fue bueno, para nadie, en esta piel de toro. Y, menos, para Doña Virtudes Olivenza, que odiaba a aquel amoratado y sucio gitapayito, que le había salido, del coño, a su hija. Doña Virtu hizo de todo, para alejar a Dimas de Elena y de Damián. Pero, nada pudo, contra el amor de aquellos dos imbéciles, que preferían comer pan y cebolla, a separarse. No obstante, el vaso se colmó, cuando, ambos, y el niño, se trasladaron a un campamento gitano. Aquello fue un puñal, para Doña Virtudes, que tomó, como una gran deshonrra, ver a su hija, una educada señorita sevillana, rodeada de mugre y de seres animalescos. Por eso, denunció a Dimas, tachándolo de secuestrador y de ladrón. Y, con su falso testimonio, que, en Sevilla, pesaba un quintal, logró que condenaran al muchacho, a ir al frente. Además, entregó al bebé, a unas madres carmelitas. Pero, aquello no fue lo peor, que perjeñó, Doña Virtudes. Las malas lenguas, de aquella época, aseguraban que, en el fragor de una disputa, la señora tiró a su hija, escaleras abajo.

viernes, 14 de febrero de 2014

DUELE

No te diré, amigo, que la muerte de los otros, de la familia, de los compadres, no duela. No seré racional, como Epicuro, diciendo que, cuando la muerte está, yo no estoy. Porque estamos, siempre, eternamente expuestos, a la muerte del otro. Además, cuando es alguien cercano, el que fenece, sentimos que nos deja, que nos traiciona, un poco. El miedo hace que nos aferremos a la mano muerta, como a un ancla. Sin darnos cuenta de que aquella diestra, ya, nada sujeta. Nada la sostiene, excepto nuestra obstinación por ser y porque los nuestros, séan, con nosotros. Pero, no es algo nuestro. Cada vida, es dada, no por Dios, sinó, por otro ser viviente, a quien debemos estar agradecidos. Nuestra vida, en parte, es suya, ya que ellos, nuestros padres, nos cedieron, a ciegas, o, concienzudamente, trocitos de ADN, para que, aun, pareciéndonos a ellos, deviniéramos en seres independientes. Por eso, no te apegues, Toni, porque la ausencia del ser querido es lo que daña. Sin embargo, recuerda, con amor, los momentos vividos junto a ellos, y volverán a ti, con lírios en las palmas y, en los hocicos.

miércoles, 12 de febrero de 2014

DAR

Dice la Biblia que, pocos meses antes de su muerte, Jesús fue al templo. Sus discípulos, ciegos a la espiritualidad, elogiaron la grandeza del edificio, y las grandes donaciones de los ricos. El Mesías les corrigió, señalando a una viuda, que dio dos pequeñas monedas. - En verdad, les digo que esta mujer ha dado más que todos los ricos, porque, de su indigencia, dio- Lucas 21-2

martes, 11 de febrero de 2014

INSTANTÁNÉAS

El gentío se agolpaba, en la plaza PINARES, en pleno centro de Verganza, esperando ver pasar a su duquesa, a la hija menor del rey de Murga, por aquella ignominiosa rampa gris. Panderetas y pitos dormían, preparados, en las manos y bocas de la plebe, que pretendía abuchear, así, entrechiflidos y panderetazos, a su noble señora, que, junto al golfo consorte, les había robado, o, por mejor decir, había distraído, educadamente, faltaba más, millones de duts, la moneda oficial murgalesa, que les habían dado las autoridades, para montar, a través de EVENTS 3000, una empresita ad hoc, supuestos encuentros deportivos, o, promociones de ciudades, que nunca se concretaban. De pronto, una larguísima limusina crema enfiló la calle. En ella, la gran dama, tras cristales sin tintar, vio volar huevos podridos y repollos. Ya dentro del juzgado, donde se requisaron todos los dispositivos electrónicos, para que nadie tomase fotos de la Gran Duquesa, en aquel infame momento. No obstante, un ciego simulado introdujo unas gafas traidoras, que lo filmaron todo.

domingo, 9 de febrero de 2014

EL HOMBRE MONTAÑA

Érase una vez, en Rurg, un país pequeño, entre dos cordilleras, unos hombres graníticos. Los había de blanca caliza, de azabache, de calizabache, etc... Todos, de pura roca. Pese a su aspecto, rudo, que, quizá hubiesen obtenido por comer cantos rodados, sin cocer, su corazón, de agua, era bueno, sencillo y preparado para compartir. Por eso, aquellos petriformes, tomaron terrones y, procediendo a amasarlos, como quien moldea pasteles, procedieron a crear a hombres de carne, para que disfrutasen de la belleza, junto a ellos.

viernes, 7 de febrero de 2014

EL MIEDO

El castillo del miedo se construye, en segundos. Nos angustia, amargando nuestros mullidos sueños. Convirtiendo en pesada sal de plomo, la esperanza segura, la fe, incondicional, en el mañana. No dejaré pasar, por mi camino, al tifón gris, del pensamiento helado. Mi paso será firme, aunque mi piel vaya perdiendo escamas. Soltaré, sin pensar, lo que se vaya, y, aun lo que no se vaya, para que pueda irse, serenamente, cuando quiera. Tomaré la dureza de la vida, como una campanilla docente, de la que extraer la suavidad y el perfeccionamiento.

jueves, 6 de febrero de 2014

CONSECUENCIAS

Javi consultó sus mensajes, alertado por el insistente zumbido de su móvil. Había dos. El primero, de Míriam, a las siete de la tarde, que le avisaba de que había recogido a Estela, de casa de sus padres. El segundo, era de Laura. pensó, inmediatamente, en una foto suya, con ese tanguita negro, que le encantaba. Pero, Laurita sólo escribió: - Pon la tele, Bobo- Excitado, encendió uno de los monitores del estudio, pensando que su cierva le iba a hacer un show, por extreme. Sin embargo, el horror le cruzó la cara, cuando vio a su mujer y a su hija, agonizando, con sendas puñaladas, en sus gargantas.

martes, 4 de febrero de 2014

EL PARAGUAS

Hoy no llueve, que pena. Clavo mis ojos en esta gran ventana, que me sirve de mirador al mundo, para cerciorarme de la amarga tragedia. En efecto, no cae ni una mísera gota, en Calima, cuando, por estas fechas, bien entrado el otoño, rara es la tarde azul, que no se enluta, jarreándo, después, furiosos mares. Sin embargo, estás tú, con tu rizado pelo negro, al sol poniente. Quizás, esté loco. Puede que sea el sentimiento de culpa. Pero, me ha parecido que has mirado hacia aquí, como si supieras que tengo tu paraguas verde. Ese que te afané, cual descuidero, por tener una excusa, para volver a verte.

domingo, 2 de febrero de 2014

FÉRETRO

Allí estaba la caja, con el cuentista, dentro. No era nada especial. Sólo un ataúd de roble, pequeño, bien rematado, marrón, como otros tantos. En resúmen, un guardamuertos, al uso. Desde allí, inmóvil, vio pasar, a su rubia y flamante mujer, que no le quería, que, nunca le había querido, pasar, frente a él, con una gruesa piel de zorra, al cuello. Fingía pesadumbre, pero, su marido, aun estando más frío que un témpano azul, Rui supo distinguir aquellas lágrimas de cocodrilo, que coronaban los azules ojos, de su santa esposa. Junto a ella, su editor, un escritor frustrado, cuya única virtud era ser más joven y guapo que él. Cuando Pablo posó, discretamente, su brazo, sobre los hombros de ella, Rui ya no pudo contenerse y rodeó sus cuellos, con una helada e iracunda soga.