domingo, 19 de enero de 2014

EL FLORIDA

Desde que estalló la noticia, el club FLORIDA, una sórdida barra americana, a las afueras de Calima, capital de Murga, se había convertido en el lupanar de referencia de todos los puteros nacionales. Así, como de todo turista, aficionado al buen fornicio de pago. Y,es que, si el presidente escogía aquel antro para..., bueno..., para vaciarse, algo tendría. El caso era que el dinero entraba a chorros. Tanto, que Lola, la madame, una ex-raméra, añosa, pero, bien conservada, que, sólo con su experta boca, podría hacer correrse al Papa, decidió remozar el localito. Puso arañas y sábanas de seda azul en las habitaciones, contrató nuevos talentos, siempre, de pechos grandes. Operó a la Coquitos, cuyas mamas, de niña, siempre la habían acomplejado. Hasta le puso a un cocktail: APASIONADO RULFO. Y, la estrategia funcionó, porque todos los machos del lugar siguieron yendo allí, a probar las mieles de todas las putas del presidente.

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