viernes, 15 de noviembre de 2013

CUCHILLAS

Antes de que amaneciera, para burlar la vigilancia de la guardia civil, Imán, que cargaba,a la espalda, con Shela, su pequeño rosal, su hijo, toda su vida, se encaminó, tranquila, hacia la inútil verja, que trataba, en vano, de separar el infierno, de la promesa. No tardó demasiado, en vislumbrar la valla. Las cuchillas brillaban, a la tenue luz de una luna redonda, que, cómplice, parecía guiar a la joven, susurrándole: - No tengas miedo, Átate el niño al dorso. Vuestra sangre no correrá, hoy-

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