sábado, 8 de marzo de 2014
UN JARRO, EN LA CABEZA
Manane anda derecha. Orgullosa de ser capaz de hacerlo. Ser autosuficiente, junto con otras muchas, que no se dejaron vencer por la zozobra, cuando, a manos abiertas, las madres Agustinas, generosas, les prestaron, de casi nada, que tenían, un remanente, que, en manos de las voluntariosas mujeres de Huctán, se multiplicó, como lo hicieran los panes y los peces, en manos de Jesús, para fundar una cooperativa de apicultoras, dispuestas a esforzarse, por sus sueños.
Hoy, en el día de la mujer trabajadora, ellas estarán repartidas entre los concurridos mercados de Kurmu y de Singalú con sus odres de miel sobre las cabezas, sabiéndose titanes invencibles.
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