domingo, 2 de marzo de 2014

SÓLO TIENES QUE AMAR

Esto he oído: Una vez, un vicu, inquieto, porque veía salir y entrar, a sus compañeros, en meditaciones prolongadas, durante las cuales, habitaban, plenamente, sus consciencias, siendo, allí, en ellos, donde encontraban la pureza y el contentamiento, que, luego, compartían, con los otros monjes, así, como, con los laicos. En cambio, él no conseguía prácticamente nada. Por eso, planteó su problema, una tarde, en que toda la sanga estuvo reunida, y, el Bendito estaba, en medio de ellos, escuchando, pacientemente. Entonces, con voz de aguas tranquilas, el bienaventurado, el recto, preguntó: - Di, buen monje, si, cuando meditas, amas- - No,- dijo aquel, interiormente sacudido- sólo me concentro, e intento elevar mi yo, hasta el nirvana- - No comprendes 3 cosas, oh, mvicu, la primera es que el ego es una traba, en la puerta del nirvana. La segunda es que lo deséas, cuando aquella estancia es la plena extinción del deséo egoísta. La tercera es que, y, levantándose, el iluminado enfatizó sus últimas palabras, es que el nirvana es puro amor, incondicional-

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