jueves, 12 de septiembre de 2013

RECORTES

Aquella noche, Ricardo se desveló. Así, que sacó el gran álbúm, de tapas rigurosamente negras, que contenían todo lo escrito, desde hacía 16 amargos y resecos años, sobre la violación y el posterior acuchillamiento sañudo, de su hija, Sandra. Lo peor era que, tras todo aquel tiempo, el silencio seguía siendo un muro impenetrable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario