martes, 24 de septiembre de 2013
EDUCADOS
Érase un país prudente, educado, tranquilo, donde, los ciudadanos no protestaban nunca, porque, cada uno sabía, exactamente, cual era su papel, en aquella sociedad perfecta, casi huxleyana, en la que el narcótico mercado, las necesidades innecesarias, eran el soma, el opiacio que la gente consumía, a mansalva, para no darse cuenta de que ya no era llibre.
- Crea tu propio estilo- decían los medios de comunicación-
Empezó a crearse, en la conciencia colectiva, un concepto que, aquí, denominaremos: libertad estética, basada en el tener, en el yo, en el crédito, en el individualismo excluyente y en el acriticismo.
No obstante, mientras los bancos pudieron alimentar la burbuja, a aquella sociedad soñolienta, parecía irle bien.
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