martes, 13 de mayo de 2014

No, no creo en un dios, en cuyo nombre, se saca a unas niñas, de sus cuartos, se las viola y, se las vende, como esclavas. En cambio, creo en el Dios que crece, dejándote crecer, como a una magnolia, lenta, constantemente. Sin pecado, ni, miedo, ni, prejuicios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario