viernes, 9 de mayo de 2014

BAJO EL ÁRBOL

Esto he oído: Después de estar sentado, durante 40 días, bajo el castaño rojo, cuando Sidarta Gautama ya, casi, era el Buda, el despierto, pues, estaba al borde de descubrir las 4 nobles verdades universales, fue tentado, por Marah, que es la inconstancia, la cesación del camino espiritual, el deseo desenfrenado. Y, éste, en un intento vano, envió a sus hijas, para que el despierto, el que estaba venciendo al samsara, tuviese ayuntamiento, con ellas, pero, él rehusó tocarlas. Entonces, Marah le lanzó flechas y piedras, que, al rozarlo, se transformaron en flores. En aquel momento, Sidarta tocó la tierra, con su palma, tomándola, como testigo, de sus esfuerzos por iluminarse. Y, ella, que es madre, porque vio la verdad, en su lengua, le concedió, con el temblor de 1000 mundos, la comprensión perfecta. Nota: Samsara es el mundo sensible.

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