jueves, 31 de octubre de 2013

SIMPLE

Todos somos iguales, ante la ley. Es simple. Por eso, a Estela le indignó que Manuel, el jefe, al que, desde el principio, había respetado, por su aparente ecuanimidad, y su supuesta ausencia de machismo, le confesara que la despedía a ella, y, no, a Andrés, porque la indemnización a pagar, por prescindir de ella, era significativamente más baja. Tiene pelotas.

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