jueves, 26 de febrero de 2015

DETRÁS DE LAS PALABRAS

Detrás de las palabras, el vacío se cuelga de mi boca, para guardarme de andar burbujeando estupideces. Como un buen perro lobo, la quietud cuida de mi torpe lengua, y no la deja andar causando incendios. Todavía, la ira no ha dominado el océano, la sima mas profunda de mi paz. Pese a que escucho, cada vez más cerca, el venenoso siséo de mil cobras.

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