mares ralos
martes, 24 de junio de 2014
EL RAYO
Mi respiración, quieta, En medio de la sala del buda, donde todos dormían, menos yo, desencadenó un rayo, de absoluta certeza, que envolvió mi corazón de blancura. Y, sonreí, sin esfuerzo, como una flor abierta.
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